Son tantos los beneficios de la hidroterapia para los niños que cada vez son más los padres y madres que deciden aprovechar las ventajas de esta terapia acuática perfecta para cuidar la salud de grandes y pequeños.

Y es que la hidroterapia tiene el poder de tratar patologías de origen neurológico y de mejorar la salud de los músculos y las articulaciones mientras proporciona un intenso bienestar.

Además, la terapia acuática posee muchas virtudes y muy pocas contraindicaciones, ya que en algunos casos puede traer consigo la aparición de otitis o irritación de la piel debido al agua y al cloro, pero no conlleva más riesgos para la salud siempre y cuando los papás estén al lado del peque en todo momento.

En Wikiduca os decimos cuáles son los principales beneficios de la hidroterapia para los niños con el fin de que podáis conocer las múltiples ventajas de esta terapia ideal para mejorar la salud de los bebés y disfrutar de agradables instantes junto a ellos.

Beneficios de la hidroterapia para los niños

En Wikiduca nos encanta combinar la creación de juegos educativos con la publicación de trucos y consejos que ayuden a los peques de la casa a crecer sanos, fuertes y muy felices. Por eso en esta ocasión os explicamos cuáles son los beneficios de la hidroterapia para los niños.

Perder el miedo al agua

Es frecuente que los niños aprendan a nadar a partir de los cuatro años. Sin embargo, el hecho de no entrar en contacto con el agua antes de esa edad puede provocar que los chiquitines sientan algo de miedo al empezar sus clases de natación.

Al ser apta para los bebés, la hidroterapia permite que los niños se familiaricen con el agua de las piscinas desde prácticamente su nacimiento y que no desarrollen temor ni sentimientos de desconfianza al alcanzar la edad apropiada para aprender a nadar.

Mejorar la salud de los niños autistas

Entre los beneficios de la hidroterapia destaca su capacidad para mejorar la vida de las personas autistas debido a que la terapia acuática es fantástica para entrar en contacto con el entorno, relajar el cuerpo y la mente, mejorar la coordinación motora y el equilibro y fomentar las relaciones sociales.

Aportar felicidad

Si os fijáis en los rostros de los bebés que juegan en el agua os daréis cuenta de que reflejan alegría y felicidad, ya que a la gran mayoría de los peques les fascina darse un chapuzón y sentir que son auténticos pececitos.

Es por este motivo que la hidroterapia también servirá para que vuestros hijos puedan gozar de instantes de lo más divertidos a vuestro lado sin que ello suponga un impacto en su vida, ya que los bebés están acostumbrados al agua debido a que sus características son muy parecidas a las del líquido del útero materno.

Reducir los nervios y la ansiedad

El hecho de empezar a ir a la guardería o a la escuela y de hacer nuevos amigos puede generar ciertos niveles de estrés y ansiedad en los niños. Por suerte, las actividades como la hidroterapia pueden reducir los nervios y aportar grandes dosis de calma y tranquilidad no solo a los chiquillos, sino también a las personas adultas.

Combatir el insomnio

Los efectos calmantes de la hidroterapia se traducen en una vida más tranquila y también en un sueño más profundo y reparador, por lo que podemos decir que la terapia acuática también es una excelente herramienta para combatir el insomnio.

Ejercitar los músculos

Los bebés que acuden a sesiones de hidroterapia tienen la oportunidad de mover todos los músculos de su cuerpo mientras disfrutan del agua, así como de ejercitar el cuerpo mientras desarrollan la motricidad gruesa y lo pasan pipa.

Crear vínculos entre padres e hijos

Si os subís al carro de la hidroterapia y realizáis esta actividad junto a vuestros peques podréis reforzar los vínculos de confianza, amor y cariño con los chiquitines de una forma amena y muy divertida.

Potenciar la creatividad

Los bebés que aprovechan los beneficios de la hidroterapia realizan multitud de juegos en el agua que les ayudan a estimular la imaginación y a ser más creativos y conscientes del entorno y de lo que les rodea desde una temprana edad.

Estimular las habilidades sociales

Los bebés que asisten a sesiones de terapia acuática se empiezan a relacionar con otros peques desde sus primeros meses de vida, así como con instructores expertos en esta disciplina, lo que mejora sus habilidades sociales y su capacidad para relacionarse con otras personas.

Proteger y fortalecer los pulmones

Practicar actividades en el agua se traduce en un aumento de la oxigenación, lo que mejora el funcionamiento de los pulmones y protege el sistema cardiovascular.

¿Os gustaría que vuestros hijos pudieran disfrutar de los beneficios de la hidroterapia? Recordad que, a pesar de que no existe una edad perfecta para acudir a sesiones de terapia acuática, son muchos los expertos que recomiendan comenzar a realizar esta actividad a partir de las seis semanas de vida de los pequeñines.