Cada vez son más los maestros que se animan a montar un huerto en la escuela debido a los múltiples beneficios de este recurso educativo perfecto tanto para los colegios urbanos como para los que se ubican fuera de las ciudades.

Y es que montar un huerto en la escuela estimula las ganas de aprender de los peques y les enseña a conocer el ciclo natural de las plantas y a saber qué necesitan para crecer y convertirse en deliciosas frutas o verduras.

Además, instalar un huerto no resulta complicado y no requiere de fuertes inversiones económicas, por lo que este escenario natural puede convertirse en el complemento perfecto de las asignaturas comunes de muchísimos centros educativos.

Ventajas de montar un huerto en la escuela

¿Sois profesores y os gustaría dinamizar las clases y motivar a vuestros alumnos para que sientan pasión por el aprendizaje? En ese caso montar un huerto en la escuela podrá convertirse en una magnífica opción. ¡Estas son las ventajas!

Desarrollar la motricidad fina

A la hora de plantar flores, verduras, frutas u hortalizas los niños deben usar sus propias manos y tener cuidado para no estropear ninguna planta, lo que desarrolla la motricidad fina de los más pequeñines y les ayuda a conseguir destreza con los trabajos manuales.

En Wikiduca os recomendamos, no obstante, que realicéis todas las labores propias de un huerto urbano tras haber cubierto las manos de los pequeñines con unos guantes para evitar posibles rasguños.

Estimular el trabajo en equipo

Para que un huerto urbano dé frutos y se convierta en un espacio bonito y lleno de vida es fundamental que todos los alumnos cooperen, por lo que podemos decir que esta actividad también es perfecta para estimular el trabajo en equipo y mejorar las habilidades sociales de los estudiantes.

Valorar la naturaleza

Ver cómo una diminuta semilla se convierte en una bella planta o en una deliciosa fruta es algo de lo más agradable y placentero para grandes y pequeños, sobre todo cuando han sido ellos quienes han colocado esa semilla en el interior de la tierra y la han regado a diario para que creciera.

Es por ello que montar un huerto en la escuela hace que los niños y niñas aprendan a valorar la naturaleza, a interesarse por ella y a respetar el planeta en el que viven.

Aprender matemáticas

Las matemáticas no suelen ser la asignatura preferida de los estudiantes de primaria, ESO y Bachillerato debido, sobre todo, a su complejidad. Sin embargo, esta materia parece más sencilla y divertida cuando se aprende de una forma amena y divertida recurriendo, por ejemplo, a los huertos urbanos, donde son necesarias para calcular las dimensiones de los terrenos y contar las semillas y plantas que han ido creciendo, por ejemplo.

Fomentar la alimentación sana

Es frecuente que, una vez que las frutas y verduras del huerto urbano han madurado, los niños sientan un gran interés en probarlas para comprobar si están tan deliciosas como parece. Es por este motivo que los huertos urbanos también son perfectos para fomentar la alimentación sana y conseguir que los peques incluyan frutas, verduras y hortalizas en su dieta.

Entender mejor las ciencias naturales

El conocimiento del medio, la biología y las ciencias naturales son materias que están muy presentes en cualquier centro escolar y que se pueden comprender a la perfección cuando las clases teóricas se combinan con prácticas en un auténtico huerto urbano.

Gracias a este tipo de espacios los estudiantes pueden aprender el nombre de las plantas, su manera de alimentarse, qué tipos de abonos existen o cuáles son los cuidados que requiere cada pequeño ser vivo, entre otras muchas cuestiones relacionadas con la naturaleza.

Convertir a los alumnos en personas responsables

Los maestros que deciden montar un huerto en la escuela son capaces de educar a niños responsables y atentos debido a que son ellos quienes deben ocuparse de sus plantas y de conseguir que crezcan sanas.

Conocer las especies autóctonas

A la hora de dar vida a un huerto urbano lo mejor es sembrar las plantas típicas de cada región y estación del año para asegurar que su crecimiento sea óptimo y para conseguir que los niños descubran cuáles son las especies autóctonas del lugar en el que viven.

Utilizar un espacio de pequeñas dimensiones

Otra de las ventajas de los huertos urbanos es que, para montarlos, no es necesario disponer de grandes espacios debido a que pueden ubicarse en patios y terrazas de pequeñas dimensiones.

Participar en el concurso de Huertos Escolares Ecológicos

En 2016 se celebró en España la tercera edición del Premio Huertos Escolares Ecológicos organizado por la Asociación Vida Sana y la Fundación Triodos; un certamen en el que vosotros también podréis participar si decidís montar un huerto urbano en el colegio donde impartís clases.

¿Qué opináis sobre las ventajas de montar un huerto en la escuela? ¿Conocéis algún centro educativo que disponga de un espacio de este tipo o ejercéis la enseñanza en un colegio donde los huertos urbanos ya tienen su propio hueco? Si es así no dudéis en compartir vuestra experiencia con los lectores de este blog.